el objetivo en el shibari no es dominar o derrotar al oponente. De hecho, no debe haber oponente, somos compañeros, iguales, ambos una sola entidad. Pretender doblegar a la otra parte no es mas que un reflejo de nuestra propia miseria interior. No dominamos a nuestra pareja de cuerdas, es nuestro deseo mas intimo y oscuro lo que gestionamos y encauzamos sin reprimirlo. Para así brillar desde dentro, desde el corazón, irradiando esa energía universal que es el amor